lunes, octubre 09, 2006

ADIOS, MAESTRO ... (Segunda publicación)

ARTURO ALAPE
Cali, Noviembre 3, 1.938 -
Bogotá, Octubre 7, 2.006, 11 PM.
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Adiós MAESTRO ...
Estamos profundamente tristes ...
Aún así cantaremos y oiremos boleros ...
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Segunda publicación de textos, mensajes, comentarios etc despues de su fallecimiento
Octubre 9, 2.006
La primera puede verse en:
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Fotografía, a toda página, publicada en EL PAIS de Cali
hoy 9 de Octubre 2.006
Clic sobre la imagen para ampliarla
El texto que acompaña esta fotografía titulado "ALAPE, UNA PLUMA VALIENTE"
se reproduce más adelante.
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Fotografías publicadas en EL TIEMPO de Bogotá
en el día de hoy Octubre 9, 2.006 . Pág. 1-3

El feretro de Alape fue llevado a la funeraria Los Olivos de Cristo. Allí sonarán boleros como el quería. (Foto: Caludia Rubio- El Tiempo)

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TEXTOS DE PRENSA y otros.

De: Maruja Vieira
Enviado el: Lunes, 09 de Octubre de 2006 06:03 p.m.
Para:
ntc@andinet.com
Asunto: RE: Arturo Alape .
Queridos amigos:
También estoy muy triste y, contra mi costumbre, hecha "un mar de lágrimas". Nadie vio con mejores ojos, por allá en el año 71, la salida de Arturo, el historiador, el novelista, el pintor, de aquel lugar que él llamaba "el campo". Ya les escribí a Katia y a Paloma. Démonos fraternalmente el pésame.
Un abrazo de Maruja Vieira

BOLEROS PARA ALAPE
Cronopios, Diario virtual. ignacioramirez@cable.net.co
El novelero 688 . Octubre 9, 2.005
Al mediodía de hoy (Oct. 9/06) el cadáver insepulto del compañero Arturo Alape será trasladado de las salas funerarias de La Candelaria- Los Olivos, de la calle 98 con carrera 18 en Bogotá, donde permanece desde ayer, a los Jardines de Paz, más al norte de la capital, donde será cremado y despedido por sus seres queridos, incluyendo a los escritores y artistas colombianos, todos amigos y admiradores suyos.
Esta primera parte de la mañana habrá boleros para recordarlo y simbolizar la presencia de su espíritu, que hasta último momento se recreó con la música romántica y sonera, que mucho le gustaba y que le acompañó hasta último momento.
Habrá también lecturas y espontáneas manifestaciones de recuerdo alrededor de la amistad unida por la palabra.
Ayer, su hijo Manuel fue hasta su casa y trajo algunos cuadros grandes pintados por su padre. También unas fotografías que lo muestran en sus quehaceres creativos. Y aunque se siente su ausencia contundente, no hay tristeza. Vamos a cantar boleros para despedirlo…

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ADIÓS A LA 'MEMORIA DEL OLVIDO'
eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / nacion Octubre 9 de 2006
http://www.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/nacion/2006-10-09/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3277517.html
Fotos: Claudia Rubio-EL TIEMPO
http://media.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/nacion/2006-10-09/IMAGEN/IMAGEN-3277526-2.jpg
http://media.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/nacion/2006-10-09/IMAGEN/IMAGEN-3277526-1.jpg
Pie de foto: El féretro de Alape fue llevado a la funeraria Los Olivos de Cristo Rey. Allí sonaron boleros, como él quería.
El autor de 'El Bogotazo' murió ayer, a los 67 años. También se distinguió como pintor y novelista. Es recordado también como el biógrafo de 'Tirofijo'.
"Hoy me pregunto cuánto voy a resistir y si alcanzaré a vivir el posconflicto, algo que hace tiempo anhelo; a ver una paz definitiva que construya un país mucho más justo".
Así se expresó Arturo Alape, el 27 de agosto pasado, en la última entrevista que le concedió a EL TIEMPO, con motivo un homenaje que le preparaban sus amigos.
Su final se veía venir. Desde hace varios años, el periodista, escritor y pintor padecía una leucemia que acabó con su vida en la madrugada de ayer, a los 67 años.
Quienes conocieron de cerca su trabajo destacan su aporte en la historia contemporánea de Colombia, que plasmó en obras como El Bogotazo, memorias del olvido.
"Arturo siempre trató de comprender las raíces de nuestra violencia -afirma el historiador Juan Carlos Flórez-. Fue también el estudioso más serio de la personalidad de 'Tirofijo'. Aunque tenía simpatía ideológica, eso no desvirtúa su esfuerzo por comprender al personaje".
Para Flórez, otra característica fundamental de la obra de Alape fue el rigor: "Trajo a Colombia el método investigativo que consiste en rescatar los recuerdos de la gente e insertarlos en una trama histórica, para así preservar la memoria de cada época".
El escritor abandonó su verdadero nombre, Carlos Arturo Ruiz, en los años 60, cuando hacía parte de la Juventud Comunista y conoció la historia de Jacobo Prías Alape, alias 'Charro Negro', campesino cofundador de las Farc.
Alape, un auténtico autodidacta, también estuvo en la guerrilla hasta que su espíritu de intelectual lo llevó por el camino definitivo.
Su hijo Manuel Ruiz, documentalista e historiador de la Universidad Nacional, destaca que dejó un archivo importante para la historia contemporánea de Colombia.
"Siempre tuve una gran admiración por su trabajo, que hizo escuela en varias generaciones de cronistas e historiadores -dice-. En la última etapa de su vida escribió cinco novelas, con lo que demostró que se pueden encontrar virtudes artísticas por fuera de la academia".
Fue conocido más como escritor, pero también hizo pintura en los últimos años. "Creativamente era incansable. Él ejemplifica aquello de que todo periodista puede llevar escondido un artista", dice Javier Darío Restrepo.
Dentro de la obra de Arturo Alape hay 23 libros, que van de la antropología y la historia hasta la pintura. El año pasado publicó su última novela, El cadáver insepulto.
Por cuenta de sus escritos y su ideas, recibió amenazas y tuvo que vivir varios años de exilio en la isla de Cuba y en Alemania.
Ayer, cumpliendo su voluntad, sus familiares y sus amigos más cercanos se reunieron frente al ataúd, que fue rodeado de fotografías y pinturas muy queridas para él.Mientras los asistentes conversaban, se escucharon sus boleros favoritos. El primero en sonar fue Aquel 19.
Hoy sus amigos y familiares le darán el último adiós con una tertulia y su esposa leerá uno texto que él escogió para despedirse.
Así lo dijo Alape
"Para mí lo fundamental, hoy, es mi obra como escritor y pintor, aunque sigo siendo crítico frente a lo que pasa".
"Hoy no justifico ningún tipo de guerra: ni del gobierno ni de la insurgencia. Al país hay que darle un descanso con un proceso político que construya una paz con características sociales".
"Mientras muchos cantan victoria por lo que tenemos, sigo pensando que padezco de cierta tristeza histórica".
"Con mi obra y con mi vida ha habido resistencia social, porque mis libros han sido muy polémicos y porque fui el biógrafo de "Tirofijo", un texto muy leído y muy cobrado. Me lo cobraron con los exilios".
"Un día discutí con un grupo de protestantes... Descubrí que también había otras verdades. Eso lo ve alguien que ha sido artista".
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ALAPE, UNA PLUMA VALIENTE

MURIÓ EL ESCRITOR ARTURO ALAPE
EL PAIS, Octubre 9, 2.006, Vivir, Pág. 1 C
http://www.elpais.com.co/paisonline/notas/Octubre092006/alape.html
Foto: http://www.elpais.com.co/paisonline/fotos_notas/alape2.jpg “Me siento muy emocionado porque tengo muchos lectores”, aseguró Arturo Alape en la última entrevista que concedió a esta casa editorial. Colprensa I El País
Arturo Alape, el autor de El Bogotazo, el libro de historia con mayor número de publicaciones en Colombia (17), le confesó una vez a El País que escribir le producía angustias:
“Me vuelvo un antisocial, no saco pistola ni mato al vecino, pero me meto en ese proceso que es muy pasional. Es como tocarle la piel a la imaginación”.
Sin embargo, escribir y pintar eran dos de sus pasiones. Para él no había diferencia entre el color y la palabra.
“La única tal vez es que cuando escribo estoy sentado y cuando pinto estoy parado, pero para mí es lo mismo. No sé por qué algunos dicen que por qué uno no se dedica a lo uno o a lo otro. Si la mayoría de los periodistas ahora son políticos, además son padres de familia y tienen amante, ¿por que uno no puede desarrollar todas sus inclinaciones artísticas?”.
Así era Carlos Arturo Ruiz, más conocido como Arturo Alape, quien luchó durante una década contra la leucemia que lo aquejaba. Enfermedad que le mantenía interrumpiendo sus investigaciones y su escritura al tener que pasar semanas enteras internado en centros hospitalarios de la capital del país.
Durante el último año, el escritor, pintor, historiador e investigador oriundo de la ciudad de Cali, vio cómo su estado de salud se deterioraba más, hasta que el pasado sábado, a las 11:00 p.m., falleció, luego de pasar una semana internado en la Clínica Jorge Oliveros Corpas, en el norte de Bogotá.
De hecho, para poder contar con los elementos necesarios para seguir luchando por su vida, se vio en la penosa necesidad de recurrir a la ayuda de sus colegas, amigos y admiradores. A través del Teatro La Candelaria se realizó una temporada especial de teatro a beneficio del escritor colombiano.
Alape entuteló, en junio pasado, a la EPS a la que estuvo afiliado para que ésta le diera el medicamento que le ayudaría a seguir vivo. El costo de este tipo de drogas superaba los $14 millones al mes.
Desde los años 60 Alape se dedicó al estudio y análisis de la violencia que ha azotado al país, no sólo desde los libros, sino al ser militante de la Juventud Comunista Colombiana, lo que le permitió conocer en el municipio tolimense de Marquetalia, a Pedro Antonio Marín, ‘Tirojifo’, el jefe de las Farc.
Este tipo de relaciones y algunas de sus posiciones políticas, lo llevaron a vivir entre constantes amenazas. De hecho, vivió en exilio en Alemania y Cuba, para luego realizar varios estudios de política en la Unión Soviética.
Catedrático de las principales universidades del país, escribió decenas de artículos, cerca de 23 libros, entre los que son reconocidos los dos voluminosos tomos de la biografía Las Vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez-Tirofijo (1983), su ensayo histórico El Bogotazo: Memorias del Olvido (1987), los cuentos Las Muertes de Tirofijo y Diario de un Guerrillero, entre otros.
El año pasado apareció su última novela El Cadáver Insepulto, en la que recrea uno de los hechos que se generaron en la década de los 50, después del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948.
Su vida estuvo dividida entre los problemas sociales y de clase y sus propuestas artísticas.
Como pintor, realizó exposiciones en Europa, Cuba, Cali y Bogotá.
Las honras fúnebres se realizan en la funerarias Los Olivos y sus exequias se llevarán a cabo hoy en Bogotá.
SU ÚLTIMO LEGADO. El Cadáver Insepulto fue su última novela publicada. Una historia que lo persiguió durante décadas, al ser la recreación de un hecho histórico, una denuncia sobre un crimen de estado denunciado en los años 50, pero con una fuerte relación con el famoso Bogotazo.
Éste se basó en su investigación en la década de los 70 de todos los hechos que rodearon el 9 de abril de 1948.
Para ello, se contactó con el cronista judicial Felipe González Toledo, de quien Alape conoció la versión no oficial de estos acontecimientos.
En sus múltiples conversaciones apareció el nombre de Edelmira, la viuda del capitan Tito Orozco.
Con Toledo, Alape asumió el compromiso de escribir una novela en torno a estos dos personajes, y como hombre de palabra, lo cumplió en El Cadáver Insepulto.
Cali. En su visita hace dos años a su ciudad natal, donde Arturo Alape mostró su faceta como artista plástico en el Teatro Salamandra, el autor habló con cariño de su regreso a casa. Hacía 40 años que no exponía su obra en Cali.
“Estoy retornando a esos ámbitos de la niñez de los años 40 y 50 del siglo pasado, es como la reconstrucción de la memoria de la vida del artista, del intelectual, del hombre, el reencuentro con los antiguos y nuevos amigos”.
Confesó también que concebía la vida a varios tiempos: Escribiendo (unas cinco horas diarias), pintando y enseñando en la Universidad Javeriana, compartiendo con sus dos hijos y con su esposa y siempre le quedaba lugar para viajar.
Reacciones
- “Arturo Alape fue un valiente, aún después de la muerte de las ideas de la revolución escribió cosas fantásticas que marcaron un esclarecimiento sobre los problemas sociales vigentes en nuestro país. Se fue un luchador, un escritor, un gran artista”. Jotamario Arbeláez, escritor.
- "Arturo Alape recogía distintas voces de los actores de la cambiante realidad colombiana. Presenta el paso de un río con sus afluentes, de muchas aguas que corren con el tiempo de los hombres de nuestro continente". Juan Manuel Roca, poeta y escritor.
- "Su condición como cronista nunca fue inferior a su nivel de narrador de ficción o historiador. Atornillaba bien los datos, era capaz de perfilar personajes, crear ambientes y ofrecer una visión global del tema". Daniel Samper Pizano, periodista.
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MURIÓ EL CRONISTA DE LA VIOLENCIA EN COLOMBIA
Su último libro vio la luz el año pasado. Las exequias se realizarán hoy lunes en Bogotá.
El escritor caleño murió en la noche del pasado sábado en Bogotá, a la edad de 68 años.
EL COLOMBIANO, Octubre 9, 2.006
Foto: http://www.elcolombiano.com/BancoMedios/Imagenes/120982759.jpg Colprensa. Arturo Alape vivió entre las artes, sus investigaciones sobre violencia, la literatura e incluso en el comunismo. Durante una década luchó contra la leucemia que lo aquejaba y que lo venció.
Carátula “El cadáver insepulto”:
http://www.elcolombiano.com/BancoMedios/Imagenes/120981150.jpg
Luego de luchar durante una década contra la leucemia que lo aquejaba, que le mantenía interrumpiendo sus investigaciones y su escritura, al tener que pasar semanas enteras internado en centros hospitalarios de la capital del país, falleció Carlos Arturo Ruiz, más conocido como Arturo Alape.
Durante el último año, el escritor, pintor, historiador e investigador, oriundo de la ciudad de Cali, vio cómo su estado de salud se deterioraba más, hasta que el pasado sábado, a las once de la noche, falleció luego de pasar una semana internado en la Clínica Jorge Oliveros Corpas, en el norte de Bogotá.
De hecho, para poder contar con los elementos necesarios para seguir luchando por su vida, se vio en la penosa necesidad de recurrir a la ayuda de sus colegas, amigos y admiradores. A través del Teatro La Candelaria se realizó una temporada especial de teatro a beneficio del escritor colombiano.
Como ya es usual en el sistema de salud colombiana, Alape se vio en la necesidad de entutelar, en junio pasado, a la EPS a la que estuvo inscrito para que esta le diera la droga que le ayudaría a seguir vivo. El costo de sus medicinas superaba los 14 millones al mes.
Desde los años sesenta Arturo Alape se dedicó al estudio y análisis de la violencia que ha azotado al país, no sólo desde los libros, sino al ser militante de la Juventud Comunista Colombiana, lo que le permitió conocer en el municipio tolimense de Marquetalia, a Pedro Antonio Marín, Tirojifo, el jefe de las Farc.
Este tipo de relaciones y algunas de sus posiciones políticas, lo llevaron a vivir entre constantes amenazas. De hecho, vivió en exilio en Alemania y Cuba, para luego realizar varios estudios de política en la Unión soviética.
Catedrático de las principales universidades del país, escribió decenas de artículos, cerca de 23 libros, entre los que son reconocidos los dos voluminosos tomos de la biografía Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez-Tirofijo (1983), su ensayo histórico El Bogotazo: memorias del olvido (1987), los cuentos Las muertes de Tirofijo y Diario de un guerrillero, entre otros.
El año pasado apareció su última novela, El cadáver insepulto, en la que recrea los hechos que se generaron en la década del cincuenta, después del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948.
Su vida estuvo dividida entre los problemas sociales y de clase y sus propuestas artísticas. Como pintor, realizó exposiciones en Europa, Cuba, Cali y Bogotá.
Su legado
El cadáver insepulto fue su última novela publicada.
Un hombre desaparecido, una mujer detrás de su rastro y un periodista que genera una transformación en su oficio tras El Bogotazo, son los protagonistas del relato.
Durante la década del setenta, Alape se dedicó a investigar todos los hechos que rodearon el 9 de abril de 1948. En este proceso conoció al cronista judicial Felipe González Toledo, de quien Alape conoció la versión no oficial de estos acontecimientos.
En sus múltiples conversaciones apareció el nombre de Edelmira, la viuda del capital Tito Orozco.
Alape le prometió a González Toledo que escribiría una novela entorno a estos dos personajes, y como escritor de palabra, lo cumplió en El cadáver insepulto.
Alape se declaró en contra de la política de seguridad democrática del presidente Álvaro Uribe por considerar que esta "desconoce la historia, como si no hubiera un pasado laboral, social, universitario. Esto crea un país muy oscuro".
El extinto autor también cultivó ampliamente su talento como pintor y pasó sus últimos días dedicado a la creación con acuarelas, según relató a un programa radial el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal, quien tuvo una estrecha amistad con el cronista.
Las honras fúnebres se realizarán hoy en Bogotá.
La opinión
“De Arturo Alape se puede decir que su condición como cronista nunca fue inferior a su nivel de narrador de ficción o historiador. No sólo atornillaba bien todos los datos, sino que era capaz de perfilar personajes y crear ambientes A lo largo de sus obras demostró la capacidad de ofrecer una visión global del tema que trabajaba”. Daniel Samper, escritor
“Recuerdo a Arturo Alape como una de las personas que con más coraje se entregó a la aventura revolucionaria.
Pasó de estudiar en la Unión Soviética en los años sesenta para irse al monte a luchar,
Luego decidió volver para dedicarse a lo suyo, la literatura, la investigación, la pintura y el arte”.
Jota Mario Arbeláez, poeta
“Yo, que me estoy muriendo, fui a visitar al escritor Arturo Alape, porque por ahí dicen que se está muriendo.
Semicadáveres nos abrazamos y nos quedamos fijos uno en el rostro del otro.
Era como si alguien mustio frente al espejo no acertara a saber si él es la imagen o si solo se trataba del reflejo”. Ignacio Ramírez, escritor
Ayuda al lector
El hombre que más sabía del Bogotazo
Alape dedicó varias de sus obras al tema del Bogotazo. Estas son: Bogotazo: Memorias del olvido (1983); Bogotazo: noche de pájaros (1984), y El Bogotazo: La paz, la violencia: testigos de excepción (1985).
Otros de sus libros destacados son: El Diario de un guerrillero (1970); Las muertes de Tirofijo (1972); El cadáver de los hombres invisibles (1979); Julieta el sueño de las mariposas (1994), y su última publicación fue El cadáver insepulto (2005).
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CONMOCIÓN EN EL MUNDO CULTURAL POR LA MUERTE DEL ESCRITOR Y PINTOR ARTURO ALAPE
El también historiador colombiano murió a los 68 años de edad en Bogotá producto de leucemia.
EL ESPECTADOR.COM domingo, 08 de octubre de 2006
http://207.234.225.157/elespectador/Secciones/Detalles.aspx?idNoticia=731&idSeccion=89
El también historiador colombiano murió a los 68 años de edad en Bogotá producto de leucemia.
Alape, oriundo de Cali, cuyo verdadero nombre era Carlos Arturo Ruiz, dedicó su vida a estudiar, analizar y escribir sobre la violencia que hace décadas azota al país.
Como militante de la Juventud Comunista Colombiana conoció en los años 60, en el municipio de Marquetalia, en el departamento del Tolima, a Pedro Antonio Marín "Tirofijo", el máximo jefe de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Alape, quien vivió algún tiempo en el exilio en Cuba y Alemania, debido a amenazas, estudió política en los años 60 en la desaparecida Unión Soviética.
Murió de una leucemia, una enfermedad que lo acompañó durante siete años, en un centro hospitalario de la capital colombiana en el que había ingresado hace diez días.
Como muchos colombianos, tuvo que recurrir, hace poco tiempo, a un recurso de amparo para que la seguridad social le suministrara las medicinas que requería para paliar su enfermedad.
Escribió decenas de artículos y 23 libros, muchos de ellos sobre el conflicto armado colombiano, entre ellos "Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez-Tirofijo (biografía 1983); "Tirofijo: los sueños y las montañas" (biografía 1994); "El Bogotazo: memorias del olvido" (ensayo histórico 1987); "Las muertes de Tirofijo" (cuentos), y "Diario de un guerrillero" (testimonio 1970).
Su último libro, "El cadáver insepulto" (novela 2005), recrea un hecho de los años 50, después del asesinato del líder liberal Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, que derivó en el llamado Bogotazo, para denunciar un crimen de estado.
Como pintor, realizó exposiciones individuales en Berlín, Hamburgo, La Habana, Cali y Bogotá; fue profesor en la Maestría de Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia y en la de Sicología de la Universidad Javeriana, entre otras actividades docentes, y recibió en 2003 el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad del Valle del Cauca.
EFE